Nueva entrevista de Victoria

Te mudaste a Londres de Los Angeles hace un año. ¿Ha marcado alguna diferencia para ti?
Tu sabes, creo que Londres es un lugar inspirador para estar. Extraño LA desesperadamente. Amé vivir allí, lo hice. Pero el negocio ha cambiado mucho desde que llegué a casa: las colecciones son más grandes, hay más categorías. Tenemos tres o cuatro pisos aquí, y dos talleres al otro lado del patio, y más oficinas a cinco minutos, de hecho, donde ponemos a la gente contable. Es como una colmena. Esta era la oficina de Simon Fuller. El ya no vive en UK, vive en LA, así que me dijo que me podía mudar aquí. Simon es uno de los dueños de mi negocio, junto conmigo y David. Y lo mejor sobre David y Simon es que me dejan hacer lo que quiero. La oficina era un poco más masculina cuando Simon estaba aquí, pero no la he cambiado mucho. La quería mantener neutral.

¿Por qué?
Porque todo se trata de la ropa y el trabajo que pasa aquí. Me gusta tener una pizarra en blanco. No me gusta tener mucha basura alrededor. Me gusta pensar con claridad. Naturalmente soy una persona muy desordenada. David está quejándose constantemente en casa porque soy muy, muy desordenada. Aquí tengo una asistente que me mantiene ordenada. Ella tiene todo el papeleo. Tengo una laptop que viaja conmigo y iPads y iPhones y esa clase de cosas.

Además del desorden, ¿tu oficina es como tu casa?
Es muy diferente. Este cuarto es muy fino, aunque afuera haya caos, y mi casa es muy inglesa: andrajosa, vieja inglesa. Sin demasiada zaraza, porque la zaraza significa polvo, y no me gusta. Pero solo es hermosa y no es para nada moderna.

¿Es como tu ropa?
En eso no me gusta nada demasiado quisquilloso.

¿Cómo es tu día de trabajo?
Me levanto alrededor de las 6, hago mis ejercicio, visto a los niños, les doy el desayuno, y luego yo o David los llevamos a la escuela. Llego a la oficina a las 9. Paso la mayor parte del tiempo aquí. Desayuno aquí, una taza de café, y algunas frutas, y luego me pongo al día con mi asistente, o hago algunas llamadas al director de la escuela. Cuando estaba trabajando en la colección, solo me senté con mi equipo y les hablé sobre lo que me gusta, lo que encuentro inspirador, lo que deseo, lo que quiero vestir, lo que no hice antes. Tenemos modelos que trabajan con nosotras, y trabajamos con la modelo o cubrimos algún stand. Puedo dibujar, pero mal. Creo que está bien. Nadie espera que lo haga en una forma normal. Y eso es bueno. Pero a veces me saco la ropa y la uso en mí. Es un poco más agradable para todos si lo hacemos en las modelos.

¿Te pruebas la ropa?
Me pruebo todo. Creo que es importante ver como se siente. Si no me las probé antes del show, lo hago luego. Es muy importante porque tenemos que cambiar las cosas para que encajen. Hay muchas modelos altas en New York. Tengo una altura normal. Así que ponérmela y tener información con respeto al lado productivo de las cosas. 

¿Que vistes para trabajar?
Siempre uso chatitas. Jeans, jerseys, chatitas o un par de zapatillas. Probablemente sorprenda a la gente pero tengo que estar cómoda. No es sobre vestirme y lucir bien. Debo tener las cosas hechas. Esta es el resultado final. No hay un tiempo en donde sea solo yo. No se que se siente. Es porque tengo un gran trabajo, y muchos niños.

¿Te vienen a visitar tus hijos a la oficina?
A ellos les gusta venir y pasar el rato, normalmente a la hora del almuerzo porque saben que comerán algo japonés. 

¿Crees que alguno de ellos seguirán tus pasos?
No lo se. En este momento, si le preguntas a alguno de los chicos que quieren hacer, quieren jugar futbol. Pero son muy artísticos, muy creativos. Brooklyn es genial en fotografía. Tiene un buen ojo. Así que veremos. Mientras sean felices. Se que eso es lo que los padres dicen, pero tu solo quieres que tus hijos sean felices, no?

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